Ya me venían avisando. Y no se equivocaban. Después de ver un bis del 23 de octubre simple pero no decepcionante, llegó la hecatombe. Amantes guisantes de verdad surcando el escenario, la aparición de Pucho para autoamarse junto a Santi, un festival de humor carnavalesco en toda regla que me dejó con la boca abierta y la mandíbula dolorida de reirme durante un buen rato. Momentos de verdadero éxtasis en los que no podía apartar la vista de esos monos verde fosforito. Un domingo astronómicamente bonito en el que una niña imantada llegó a tener escalofríos. Todo ello para terminar siendo fans de ellos mismos y de John Boy. No me cabía, ni en lo más remoto de mi cabeza.
vendredi, mars 26
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Y, aunque por otros motivos, te manifiesto mi empatía. Es maravillosa esta sensación que vengo arrastrando desde hace dos días, tú te has atrevido a ponerle palabras.
RépondreSupprimerUn saludo y un canto de ballena. =)
Me encanta tener la razón :)
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