Alzheimer

Cáceres, Gijón y Madrid. El año que llevaba esperando desde pequeña "¡quiero ser de las mayores, quiero terminar el cole y poder hacer lo que quiera!" Y vaya si lo hice. Empezó con un crash, un gran c-r-a-s-h, que con un poco de pejamento del malo se fue recomponiendo. Me regalaron la tan esperada Adiction a aquellos ojos verdes. Demasiados pensamientos jrotescos. Estuve viviendo en América con la princesa del club de los macarrones, mi princesa favorita, y no podría haber estado en ningún lugar mejor. Nuestro querido dios Billy, mancillando casas donde no era bienvenido. "Son solo 10 minutos hasta la casa", en las noches de pijama en el camapamento gitano. Todas esas hormonas adolescentes que nos echaban en las cantimploras cumplieron su cometido con nazis, yonkis de tres al cuarto, futbolistas, y como no, "er cahloh". Sin olvidarme de mi primer "wow" en un avión a consumir, enamorarme de un lugar y el beer&kiss turco. Metros, sueño y caras nuevas, todas muy comunicativas. La ciudad de la música en vivo me empobrece, y encontré a alguien más torpe que yo, pero el torpe no me encontró a mi. Y comerme las uvas, en mi casa. Creo que puedo decir, a altas voces, que ha sido mi mejor año hasta el momento.

Y hoy, no lo podría haber empezado de mejor manera.

(Falta MUCHO, pero sería el no acabar)