mardi, décembre 22

Tinta líquida

Serán mis medias de flores de alguna tienda de los ochenta, o tal vez mi Nokia sin cargador ni tapa los que me inspiran a expresar, pero hoy tras cruzar el umbral de mi puerta sólo me apetecía abrirme el cráneo, sacar el cerebro y leer lo que está escrito en él con mi boli negro preferido. Suerte que es de tinta líquida, y sé que si paso el dedo a conciencia pueden volar las frases, o mejor dicho, darles un orden coherente. Desgracia que no tenga una sierra a mano. Y es que este blog no-muerto no quiere alimentarse de corazones, más bien quiere que le alimenten el suyo con bonitas canciones -y menos colchones-. Y en este punto me quedo en blanco, y a la vez en todos los colores de mis medias, y no sé cual escoger. Asi que cebo mi ego -que nunca está de más-, y os cuento la historia de Como el león se convirtió en cacerola.
Tal vez otro día, ¿mañana te viene bien?
Porque lo que me gustaría en realidad es decir,
con todas las ventanas abiertas de par en par,
todas esas cosas que tú sabes y yo también,
pero que nunca se deben gritar.

Después de todo, no he dicho nada. Y quería pintar una ciudad entera.

3 commentaires:

  1. Ce commentaire a été supprimé par l'auteur.

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  2. Te envidio porque mis melocotones en almibar no tienen nada que hacer al lado de esto :)
    (Borro el comentario anterior que no tenia coherencia alguna)

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