Esto es lo que yo sueño por las noches
Es el guion de una mala película. Estábamos nuestra familia (éramos como 3 hermanos y un niño gordo que nos habíamos encontrado por algún lado, mama y papá) de vacaciones en algún lugar recóndito y nos habíamos construido una casa de madera en medio del campo, a modo de orreo. Todo iba bien hasta que nos enteramos de que el gobierno había colocado una bomba en la última planta, la de los críos. Todos bajaron, excepto el “adoptado”, que estaba enfadado porque nos pasábamos el día llamándole gordo en vez de por su nombre. Como se negaba a bajar tuvimos que buscar una solución drástica. En un libro X (algún libro secreto que le habríamos robado al estado, ya que mamá era espía) aparecía una fórmula que nos podía salvar. La activamos y resultó ser una bomba tremendamente enorme, que destruyó gran parte del planeta. A nosotros ni nos tocó, claro. La pena fue que eso no solucionó nuestro problemilla, y nuestro explosivo también estalló. Le gritamos al gordo que bajara o iba a morir, y menos mal, hizo caso. Al explosionar, todo nuestro orreo se vino abajo. Todos quedamos a salvo. Cuando de repente se oye un grito “Corred!!!”. El piloto nazi venía hacia nosotros con la sana intención de estrangularnos, y contaba con la amistosa ayuda del hombre ensangrentado de la motosierra. Algo les habríamos hecho. Corrimos con ellos en nuestros talones hasta llegar a un acantilado, nos tiramos y buceamos hasta el otro lado con la esperanza de que no nos siguieran porque el agua les matase o algo similar. Cruzamos el río y al otro lado estaba el aeropuerto, perfecto para huir. Los malignos todavía nos perseguían pero les habíamos ganado distancia, fuimos a por los billetes cuando nos dimos cuenta de que la abuela había desaparecido. Bueno, qué más da, el gordo por la abuela. De regalo con los billetes nos dieron 5 latas de guisantes para el viaje, que majos ellos. Íbamos a partir ya todos para Suiza cuando pensamos, que si Gordo venía con nosotros tarde o temprano se acabaría vengando por nuestro trato y nos desenmascaría, así que le sacamos un billete para Alemania, mamá le acompañó hasta que embarcó sin que él sospechase y cuando menos se lo esperó se fue corriendo. Despegamos hacia nuestro país, y vimos desde una ventanita como el piloto nazi y el de la motosierra creaban una masacre. Que se jodan.
Tanta hamburguesas te están dejando majareta. Yo soñé que le daba una paliza a Aida porque no queria llevarme de vuelta a una fiesta de princesas donde nos enseñaban a bailar el vals, y la dejaba medio muerta en brazos de Iris y Julia.
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